La UMA asume los trabajos de identificación de los fusilados en la Guerra Civil
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06 julio 2009

La UMA asume los trabajos de identificación de los fusilados en la Guerra Civil

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El departamento de Medicina Legal comenzará la toma de muestras de sangre y saliva entre los familiares con las que se realizará una base de datos de ADN.

Fuente: UMA

El próximo mes de septiembre, el departamento de Medicina Legal de la Universidad de Málaga comenzará la toma de muestras de sangre y saliva entre los familiares de fusilados en las fosas del Cementerio de San Rafael con las que se realizará una base de datos de ADN, como primer paso para una posible identificación de los restos recuperados. El anuncio se realizó en el transcurso de una rueda de prensa presidida por el vicerrector de Investigación, José Ángel Narváez, y el presidente de la Asociación Contra el Silencio y el Olvido y por la Recuperación de la Memoria Histórica de Málaga, José Dorado, y que tuvo lugar en  el Salón de Actos del Rectorado.

En la rueda de prensa estuvieron también presentes los profesores Ignacio Santos Amaya, del departamento que asumirá los trabajos de identificación, y Sebastián Fernández, decano de la Facultad de Filosofía y Letras y responsable de los trabajos arqueológicos y el primer presidente de la Asociación, Francisco Espinosa, autor de buena parte del trabajo archivístico que ha hecho posible recopilar  y documentar 4.500 nombres de malagueños que fueron juzgados, condenados a muerte y fusilados durante la postguerra en Málaga capital.

La UMA asume los trabajos de identificación de los fusilados en la Guerra Civil
Rueda de prensa: José Ángel Narváez, José Dorado, Ignacio Santos Amaya, Sebastián Fernández y Francisco Espinosa. /UMA

El profesor Ignacio Santos explicó los problemas reales que hoy por hoy presentan las pruebas de ADN para realizar una identificación de estas características. “Con la técnica actual –explicó– es prácticamente imposible lograr una número significativo de identificaciones tanto por el número de personas fusiladas, como por los restos recuperados y su estado de conservación, como por el número relativamente pequeño de familiares de referencia”. No obstante, el propio profesor Santos reconoció que la técnica del ADN ha mejorado mucho en los últimos años y es de esperar “que esa mejora siga en el futuro y es posible que lo que ahora es impensable sea perfectamente posible en un futuro no muy lejano, pero para ello sería imprescindible contar con muestras genéticas de familiares cercanos”. Para cumplir este objetivo se realizará la toma de muestras programada a partir de septiembre.

La otra actuación ineludible sería tomar muestras óseas de todos los restos exhumados. Con este fin, la Asociación ha solicitado a la UMA que, antes de que se produzca el enterramiento de los restos en el sarcófago de San Rafael, se proceda a la extracción de esas muestras de los 2.700 restos ya individualizados y de los que se puedan rescatar en los próximos meses. Las muestras obtenidas serían custodiadas por la UMA en condiciones adecuadas hasta que el posible avance en la técnica de ADN hiciera posible la identificación.

El profesor Sebastián Fernández, por su parte, explico los pormenores de la exhumación realizada hasta el momento y de las expectativas de trabajo que “espero que en un plazo máximo de seis meses pueda estar totalmente finalizado”. El trabajo realizado en el cementerio de San Rafael de Málaga es el mayor de los acometidos en toda España y puede que en el mundo, por número de cuerpos recuperados en un solo lugar de enterramiento.

En los tres años de trabajo se han abierto siete fosas de grandes dimensiones con un número de cuerpos de entre 150 y 278 cuerpos en cada una de ellas en varios niveles de enterramiento (hasta 7) y dos grandes zonas, el sector Este y el patio civil con enterramientos más repartidos, pero en los que se han recuperado más de 1000 cuerpos en el primero y en torno a 200, pero siguen los trabajos, en el patio civil…
La información obtenida está siendo tratada de forma totalmente científica y periódicamente se remiten informes escritos a las instituciones que colaboran económicamente con la exhumación, Ayuntamiento de Málaga, Junta de Andalucía y Gobierno de la nación. Unas instituciones que colaboran, como expresó el vicerrector de Investigación al término de la comparecencia, “porque es nuestra obligación institucional para con nuestros ciudadanos hacer todo lo posible por conocer la verdad sobre su muerte y dignificar definitivamente su enterramiento”.

Una vez finalizados los trabajos de exhumación, la Asociación prevé la construcción de un sarcófago de hormigón en una zona próxima a las fosas y dentro del futuro parque que se levantará en San Rafael, donde se depositarán todos los restos recuperados en sus correspondientes cajas numerada por si en algún momento se logra la identificación dar a las familias la oportunidad de decidir sobre su destino definitivo.  Sobre este sarcófago se levantará un monumento en el que quede constancia de todos los nombres de fusilados que se hayan podido recuperar con un texto en su memoria.

También está prevista la delimitación visual del perímetro de las fosas y un centro de interpretación de este lugar de memoria, todo ello de común acuerdo con el Ayuntamiento de Málaga y con el asesoramiento técnico y científico de la Universidad.

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