Detectan evidencias de segregación vertical en los barrios más vulnerables de Málaga
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19 diciembre 2017

Detectan evidencias de segregación vertical en los barrios más vulnerables de Málaga

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Un estudio de investigadores de la UMA revela que los inmigrantes con menos recursos ocupan las plantas superiores en los inmuebles sin ascensor.

Foto de portada: Solo el 20% de los extranjeros laborables viven en las plantas inferiores de los edificios sin ascensor. /UMA

En todas las ciudades existen núcleos de población en los que el parque residencial esta deteriorado y en ellos, con frecuencia, se suelen concentrar personas en riesgo de exclusión social. En estos lugares cohabitan diferentes grupos entre los que se encuentran la población local y los que han dejado su país buscando un futuro mejor. Estos últimos, los inmigrantes, son el objeto de la investigación pionera en España llevada a cabo por tres profesores de la Universidad de Málaga (UMA), en el que se ha querido demostrar, que no solo existen barrios que se pueden convertir en guetos, sino que los mismos edificios sirven para estratificar a las personas, ubicando a los extranjeros más desfavorecidos en los pisos superiores de los bloques donde no hay ascensores.

“Hemos estudiado barrios clasificados como vulnerables por el Ministerio de Fomento y, ayudados por Antonio Montañes Sánchez y Sonia Burguete González, del Departamento de Gestión de Tributos del Ayuntamiento de Málaga, determinamos la nacionalidad y las plantas en las que residen más de 5.000 individuos”, explica Juan José Natera Rivas, que junto con sus compañeras Remedios Larrubia Vargas y Susana Rosa Navarro Rodríguez, forman parte del grupo de investigadores del Departamento de Geografía que ha elaborado el estudio.

En total se han analizado once vecindarios entre los que se encuentran Carranque, Dos Hermanas, Hazas Cuevas, Portada Alta, 4 de Diciembre o Torres de la Serna. Todos ellos tienen en común que fueron construidos en la posguerra en torno a la periferia urbana con viviendas plurifamiliares en altura (hasta 6 pisos) y sin elevador.

“En España no existen líneas de estudio que consideren la altura como parámetro de comparación, si no que se contemplan las ciudades en dos dimensiones. Tan solo en algunos países de Europa, como Francia, Italia y Grecia, han tenido en cuenta los diferentes niveles como un modo de segregación”, asegura Natera. El trabajo ha constatado que en este tipo de viviendas tanto la planta baja como las dos primeras están ocupadas en un 75% por población española y extranjeros no laborables (principalmente inmigrantes de países de la Unión Europea o del espacio Schengen). Este dato contrasta con el de los extranjeros laborables (mayoritariamente de Marruecos, Nigeria, Ucrania y Rumanía en edad de trabajar), que apenas representan un 20%. “El análisis ha reafirmado nuestra idea de que las capas más pudientes de la sociedad urbana tienen una amplia capacidad de elección de vivienda, mientras que, en el otro extremo del espectro, dicha capacidad está muy menguada,”, subraya el doctor.

Con esta nueva dimensión, se completa la línea de investigación que comenzó la doctora Carmen Ocaña Ocaña hace ya tres décadas y que pretende visibilizar, entre otras  las desigualdades que sufren las personas de menos recursos. “No es que no dispongan de ascensor, es que en ocasiones también carecen de prestaciones básicas como es el aseo”, informa el geógrafo.

Con el propósito de paliar esta situación, el Instituto Municipal de la Vivienda del Ayuntamiento de Málaga abrirá en enero de 2018 la segunda convocatoria de ayudas para la implantación de elevadores en edificios que carecen de ellos, sin embargo los expertos advierten que no todos podrán acceder a la prestación. En este sentido, Susana Rosa Navarro recuerda que el consistorio proporciona una parte del total pero se necesita la cantidad restante. “Las personas que viven en estos barrios no disponen de suficientes ingresos para hacer frente a este pago”, comenta la profesora.

Así mismo, en la investigación también han contemplado los núcleos donde hay bloques con ascensor (Nuevo San Andrés, Cruz de Humilladero, Vistafranca y La Unión) en los que, de nuevo, hay un alto índice de habitantes desplazados de sus países de origen. En estos casos, aunque no de manera tan clara, la tendencia se invierte y los inmigrantes ocupan las plantas inferiores. “Esto demuestra que si se instalaran ascensores no tendría por qué cambiar la disposición de los que habitan en los edificios, dependería del precio de alquiler que alcanzaran las viviendas”, concluye el profesor.

Juan José Natera Rivas, Remedios Larrubia Vargas y Susana Rosa Navarro (2017): “Evidencias sobre la segregación vertical en ciudades de Europa. El caso de Málaga”. Papeles de Población, vol 23, núm 92. Disponible en línea: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=11252118007